martes, 26 de junio de 2012

BRIGIDA & ABDON ESPECIAL INVERNAL: Un Abrazo Promedio

Afuera llueve. Llueve con ganas. Me da risa cuando me dices “te tengo ganas”.

Me acuerdo la segunda vez que te vi. También llovía y nos juntamos en la Quinta Normal para imaginar “en terreno” cómo sería “El Primer Circo de Puros Mimos”. Desde la vez que te vi, cuando me diste un bombón, hasta esa vez en la Quinta Normal habíamos hablado un montón por el chat y de esas conversaciones salió ese proyecto, que según tú sería un éxito rotundo. Yo te sugerí que quitáramos la palabra “puros” al título, pero dijiste que eso le daba el toque de barrio al asunto.

La idea era montar la carpa del circo en plena Quinta Normal y teníamos que ir allá para tomar medidas del terreno, para ver dónde era el mejor lugar sin árboles, etc, etc. Así que ahí estábamos, bajo la lluvia torrencial en medio del parque. No había nadie, pero estaba abierto. Llevabas una parka y unas botas moradas. Tenías la cabeza descubierta y te estabas mojando toda. Te presté mi gorro favorito que llevaba puesto. Algo mencionaste cuando lo viste pero no recuerdo bien qué era. Traté de ponerlo en tu cabeza con mucho cuidado, porque suelo ser torpe para esas cosas.

-oye, gracias pero sin tirarme el pelo ya?-
-pucha, perdón-
-jajajja, que eres tierno-
-por qué-
-porque lo eres, mírate la cara-
-yapo, para de humillarme, eso es lo peor que te puede decir una niña-
-yaaaaa, le pusiste color ahí zii-
-¡pero si es verdad!-
-la ternura está subvalorada-
-¿tú crees? Es que soy inseguro, no sé-
-la inseguridad también está subvalorada-
-pucha, no quiero ser wini de pu-
-aaaaaaaaay, ya, mira. Quédate parado aquí-
me agarraste las mejillas- y mírame a los ojos- me quedé en silencio y te hice caso- tú eres tierno y por lo mismo, más lindo de lo que te imaginas. No deberías avergonzarte por cómo eres. Eres un bacán y punto-

Te fuiste caminando parque adentro. La lluvia caía tan fuerte, yo estaba mojado entero. Parecía como si me hubiera lavado el pelo recién. Te seguí hasta que te detuviste.

-acá encuentro que es perfecto para el circo-
-sí? Por qué?
-porque mira, la luz entra tan bonita por esos árboles y acá se forma como un círculo, ideal para montar la carpa-
-oye y una pregunta, con todo respeto-
-sí, dime-
-por qué un circo de puros mimos-
-porque son calladitos, como tú-
-pero los calladitos somos lo peores-
-eso está por verse-
-ajá-
-nada de ajá y vamos sacando la huincha-


Me reí, pero tu no. Saqué la huincha que le pedí a mi mamá, la que usa para tomarle medidas a sus clientes. Te miré de nuevo y te reíste. Ahora sí que sí.

Esa día llovió hasta el anochecer. No andaba nadie en las calles. Los charcos en el suelo se querían apoderar de toda la superficie. Pese a todo, logramos la meta. Creo que cuando nos sentamos a descansar en una banca te dije una indirecta, pero tú nunca la entendiste. Igual mejor, porque soy pésimo para esas cosas, al final las cosas pasaron nomás. Me acuerdo que te hice cariño en el pelo y luego te paraste. Yo no sabía qué pensar en realidad. Pero me quedé tranquilo cuando al despedirnos me abrazaste más segundos de lo que dura un abrazo promedio. Es curioso ese concepto. ¿Te has puesto a pensar en cuántos segundos es lo que tiene que durar un abrazo para dejar de ser un abrazo normal?



1 comentario:

  1. Yo me acuerdo de algo de la ternura y el wini de pu una vez que no estabas seguro qupe significaba ajajja.

    (Soy la Nacha)

    ResponderEliminar