martes, 14 de febrero de 2012

Capítulo XXXIX: Te presento a mi pololo

Hoy día se va Demetrio y las niñas. Han estado empacando y ordenando la pieza. Yo les ayudé en lo que pude. Le dije que no se preocuparan, que yo terminaba de ordenar, pero Demetrio quiso dejar todo tal cual estaba cuando llegaron.

Me despedí de las niñas, las abracé, les dije que se cuidaran, me dijeron que sí. Me dieron las gracias por todo, y me dijeron que era linda. Ahí me emocioné un poco, ahí se asomó de nuevo el perfil maternal y tierno, ese que nunca soy.

Las niñas hicieron unos dibujos en un cuaderno que les presté. Los miraba mientras terminaban de ordenar sus cosas. Habían un montón de paisajes de cerros con casas y árboles y ríos. Lo divertido era que apenas avanzaba las hojas del cuaderno, la casa del paisaje se iba deteriorando más y más. Ya sea por tamaño, por el color, por la calidad de los trazos. En realidad no es divertido, pero era lo único que cambiaba al pasar las hojas. Todo lo demás se mantenía tal cual.

Las niñas estaban listas. Demetrio también. A Estefanía le pasé un yogurt de damasco y a Francisca uno de frutilla.

Los acompañé a la puerta, un auto los esperaba afuera. Demetrio llevaba el bolso verde. Lo dejó dentro del auto y vino a despedirse de mí. Me acordé de que le tenía un regalo. Le dije que me esperara. Fui a mi pieza, busqué la foto del perro "pirata", dentro de mi cajita con quiltros vagos. Pensé que sería un bonito regalo. Me doy vuelta para dirigirme a la calle y está Demetrio en mi pieza.

-me asustaste, tonto- me río, con el corazón a full.
-es que te quería dar un abrazo, y allá afuera hay mucha gente-

Se acerca y me abraza, fuerte. También lo abrazo, después de todo igual me cae bien.

-gracias por todo-
-no tienes por qué agradecer-
-sí, te portaste un siete con las niñas y conmigo igual-
-no podía ser de otra forma, hay que ayudarse frente a estas catástrofes-

Demetrio detuvo el abrazo para mirarme con ternura. Me volvió a abrazar.

-espero volver a verte por ahí- dijo.
-yo creo que nos toparemos en alguna parte-
-también lo creo, y conversaremos sobre el amor y otras cosas complicadas-
-jajaja, me encanta, me encanta complicarme la vida con preguntas tontas-


Demetrio detuvo el abrazo nuevamente, me miró a los ojos, pasó por mi boca y luego hacia mi oreja derecha. Quitó unos pelos que tenía y los ordenó tras ella. Lo hizo muy lento y admito un nerviosismo en mí.

Los siguientes segundo parecieron eternos. Podría haber ido a almorzar, haber comido el postre y haber vuelto al lugar, antes de que Demetrio retomara sus palabras. A propósito de postre, hoy comimos semola con leche, de esa exquisita que hace mi madre, yo creo que su única especialidad. La que mejor cocina en esta vida es tu mamá. Podría llamarla "suegra" a esta altura. 

-te quería decir una cosa- dijo Demetrio muy cerca de mi oído.
-sí, dime- admito que me puse bastante nerviosa.
-si te dijera que te quiero dar un beso, lo pensarías?-
-Demetrio, ¿esto es un tema de ego, o qué?-
-jajajja, eres más segura de lo que crees-
-quizás, algunas cosas las tengo claras-
-en todo caso, no fue...-
-un intento de jotearme?-
-...que pensara que no podrías negarte-
-sonó así-
-es que en verdad...-

Demetrio frenó su frase y no sé si esperaba que yo le dijera "adelante, sigue con la historia" o qué. Me puse muy incómoda, sabía que lo que venía no era bueno. Quería irme, quería que se fuera. La cosa se le estaba yendo de las manos.

-...es que en verdad, lo pensé mucho y tengo muchas ganas de darte un beso-

Demetrio tenía su cara muy cerca de la mía, me miraba fijo y su boca se acercaba a la mía. Miré sus labios. Miré sus ojos. Me sujetó fuerte desde la espalda, me dio un poco de miedo. Casi sentía su respiración sobre mi. Me quedé paralizada, en estado de shock.

Golpearon la puerta. Me asomo por sobre el hombro de Demetrio. Es Abdón.

-h-hola, Demetrio, te presento a mi pololo. 

Demetrio saluda a Abdón. La escena es ridícula. Abdón me mira. Tocan la bocina afuera. Demetrio dice que se tiene que ir, se despide de un beso en la mejilla y la de la mano a Abdón. Se retira. Abdón me queda mirando. Por mucho tiempo.

Abdón se retira también.

FIN DE LA SEGUNDA TEMPORADA

Capítulo XXXVIII: ¿eso fue una indirecta?

(Capítulo de larga duración)

-Buenos días-

Escuché eso y desperté. Abro los ojos y miro a Demetrio a mi lado con una bandeja y el desayuno.

-qué vergüenza, debeo estar toda chascona-
-mmm, sí, un poco- -¿me viste dormir?-
-sí, un poco-
-noooo, hago cosas cuáticas cuando duermo, pego patadas, tengo taldos-
-jajaja, no te preocupes, te veías de lo más tierna. No te quería despertar, pero tu mamá dijo que lo hiciera-
-¿mi mamá? ¿dónde está?-
-salió hace poco-
-aam, me voy a acomodar ya?-
-sipue, que se enfría su té con leche-
-mmmm que rico! y tostadas-
-así es, tu mamá me sopló tus gustos-
-lo imaginé-

Probé el desayuno, estaba todo muy rico. El té con leche estaba perfecto, justo en su medida.

-¿y tus hermanas?-
-éstán jugando al tsunami en la pieza. ¿quieres más pan?-
-mmm bueno ya- Demetrio fue a buscar más tostadas a la cocina.

Aprovecho de buscar algo interesante que mostrarle. Mmmm, qué puede ser. No sé de que hablarle y si le muestro algo puedo armar un tema de conversación. ¡Ya sé! La caja con postales que está en la repisa. Me levanto rápidamente y tomo la cajita. La dejo en el velador. Demetrio llega con más tostadas.

-¡que rico olor!-
-¿cierto? las tostadas con mantequilla son lo mejor-
-sí!, gracias, te pasaste. Oye, te quería mostrar algo-
-a ver, veamos- le paso la cajita.

Demetrio la recibe, la mira con curiosidad, la abre. Se encuentra con un montón de fotos en blanco y negro.

-son fotos de perros vagos-
-que bonitas, se ven todos simpáticos-
-mucho, parecía que posaran para mí-
-¿todas las sacaste tú?-
-sí-
-que seca, y la caja ¿la hiciste tú?-
-eem, no, esa la hizo Abdón-
-tu pololo-
-sí-

Demetrio volvió a mirar las fotos. Tres veces. Dijo que su favorito era uno que parecía pirata. También es mi favorita. Ganó un punto base.

De pronto hay mucho silencio. Parece que voy a hablar algo. No, parece que tú vas a hablar.

-ese Abdón es bien afortunado-
-¿por qué lo dices?-
-porque pienso que debes ser re buena polola, eres muy distinta a las otras niñas-
-distinta quizás, pero buena polola no- Demetrio abrió los ojos, con ganas de preguntar el por qué, pero me adelanté.

-no me baño siempre, me tiro chanchos, soy muy ruda a veces, no me depilo, digo muchos garabatos, no me pinto ni los labios-
-pero eso es lindo, las niñas más bonitas son las que no se pintan-

Hubo otro silencio, esto me recuerda otros momentos de mi vida. Lo interrumpo.

-yo creo que alguien llegará a tu vida.
-o sea, eso decía mi horóscopo antes de conocerte-
-espérate, ¿eso fue una indirecta?
-no-

Suena mi celular. Miro su pantalla, eres tú. Respondo.

-como estai-
-bien y tú- respondes con el tono más antipático.
-tomo desayuno-
-ah, oye ¿qué harás hoy?-
-estoy de dueña de casa pos-
-o sea, tienes que quedarte con ese loco-
-si lo dices así, sí-
-ya chao- me cortas. Disimulo mi rabia.
-yo también te amo, besitos, chauu- digo con la voz más "polola" del mundo.

Retomo la conversación.

-entonces dices que eso no fue una indirecta-
-mira, tú me gustas, pero de otra forma- me río casi en tono de burla.
-¿quieres que yo te crea eso?-
-no entiendo-
-crees que no me doy cuenta como me miras, incluso desde que llegaste-
-no sé a qué te refieres-
-mira, no existe eso de "gustar de otra forma", alguien te gusta o no te gusta nomás-
-no creo que sea tan así-
-a ver, entonces cómo te gusto yo. ¿te gustaría tener algo conmigo?-
-bueno, sí-
-yapo, viste-
-pero a cualquier hombre-
-mmm, eso no sirve de defensa- 
-en todo caso, no intento jotearte-
-pero Demetrio, vienes tú acá a mi cama y me dices eso de que te gusto y todo lo demás, una igual se pasa rollos po-
-depende de la persona, yo no me pasaría rollos-
-¿no? bueno, yo sí-
-qué tipo de rollo-
-no sé, cómo es gustarle a otro tipo-
-bueno, ya lo sabes-
-pero alguien que sienta algo tan fuerte como mi pololo-
-mmm, quizás si te conociera más podrías ser así como él-
-no lo creo, tú eres un hombre muy seguro para mí-
-¿qué tiene? a las mujeres le gustan los hombres seguros o no?-
-depende de la persona-

Silencio, suenan unos pajaritos en la ventana. Deben ser esos que me despiertan cada día. Retomo.

-a mí me gusta ese grado de incertidumbre en la vida. Con mi pololo a veces planeamos ir al museo y terminamos lanzando cohetes de papel desde un edificio. El "No sé" es nuestro estilo de vida.
-oye, naquever, pero te quería decir que nosotros nos vamos mañana en la mañana- cambias el tema de la manera menos sutil, pero no me interesa-

-¿a donde?-
-a la casa de unos parientes. Ya no seremos vecinos-
-ya no lo seremos-
-¿te enojaste?-
-no, la vida me sonríe últimamente-
-se te nota-
-gracias-
-voy a llevar las cosas a la cocina-
-ya, te pasaste, estaba todo muy rico-

Demetrio salió de la pieza. Un suspiro aliviado salió de mí. Me recosté de nuevo y abracé la almohada.
El sol comienza a molestar, a través de la ventana.

Capítulo XXXVII: Soy fría, soy un hielo

Al rato llegó Demetrio junto a mi mamá. Venían llenos de bolsas del supermercado.

-¿y ustedes?-
-me lo topé ahí en la esquina y el joven se ofreció a ayudarme- dijo mi mamá.
-y por qué no me llamaste para salir a buscarte, mensa- le dije, como hija preocupada que soy.
-mira, no se me ocurrió-
-mira tú, siempre tan voladita-

Demetrio ayudó a sacar las cosas de las bolsas. Las niñas también querían ayudar.

-qué hicieron las niñas hoy, cómo se portaron-
-bieeeeeeen- dijimos las tres niñas al unísono. Yo también soy niña, obvio.
-vino su pololo y se enojó- dijo Francisca.
-¿pololo?- dijo mi mamá, alaraqueando un poco.
-el Abdón, mamá, vino en la tarde-
-no es tu pololo?- dijo Demetrio.
-sí, si lo es-
-hace cuánto?- 
-sí, lo mismo me pregunto yo- lo siguió mi mamá.
-ay, mamá, si te conté- dudé.
-no, no me contaste- parece que no le conté.
-bueno, pero era obvio-
-en esta vida no hay nada obvio, mijita, si la Francisquita no me cuenta, yo no me entero-
-aaaaaay, ya, voy a llevar estas cosas al baño mejor-
-por Dios, estos hijos, no dejan de sorprendernos-

Demetrio sonríe y me mira.

Mejor me retiro. Hoy no tengo mucha paciencia. Nunca en verdad.
Me tiro en la cama. Miro el techo, miro los "papeles con forma de flores". Me río.

-toc, toc, se puede?- es el Demetrio en la puerta.
-sí, pasa- le digo reincorporándome.
-cómo estai? muy agotadora las niñas hoy?-
-no, se portan bien, es que discutí con mi pololo-
-aaaaam, eso agota mucho-
-sí, demasiado, te deja mal-
-pucha, ¿y cuánto llevan?-
-no sé, harto, es que pololoeando llevamos poco, pero antes éramos como "casi-pololos" y nos conocemos hace caleta igual-
-casi-pololos jajajaj-
-sí, que risa. Oye y tú ¿estai pololeando?-
-mmm no, hace como un 9 meses que estoy solo-
-y qué pasó la última vez?-
-terminamos mal, fue todo caótico-
-que lata, no me gusta cuando las relaciones terminan así-
-a nadie, yo creo, es súper enfermizo-
-sí, la gente se debería querer de verdad y aceptar los quiebres en las relaciones-
-claro, pero es dificil-
-es que hay que entender que el amor se acaba, la mayoría de las veces-
-es un tema complicado de llevar-
-yo lo tengo súper claro, mañana puedo conocer a alguien, o él puede conocer a alguien, no voy a dejar de quererlo por la persona que fue conmigo, no lo voy a odiar-
 -wow, qué fría para pensar-
-soy fría, soy un hielo-
-punto base, me gusta la gente racional y no tan sentimental-
-jajaja, igual soy muuy sentimental a veces-

Demetrio sonríe y mira bajo mi espejo esas cositas que vienen sobre las latas de bebida, que tengo un montón atadas con unas lanas de colores. Me acordé de "los colores" de Manuel García.

-hay que ir a tomar once, nos llama tu mamá-
-ya, déjame llorar y voy-
-jajajaja, oye-
-qué?-
-me caes bien-
-obvio-

Demetrio se ríe y se va hacia el comedor. Soy seca, soy tan simpática. Me gusta como Demetrio se ríe, me hace sentir en confianza. Me gusta hacerlo reir parece. Parece.

Capítulo XXXVI: Parece que no me quieren acá.

Hoy me quedé con las niñas. No es que esté cultivando mi lado maternal, pero Demetrio salió a hacer un trámite, así que debo cumplir con mi rol de madre part-time.

Las niñas me dan risa. Me conversan sobre la Barbie, sobre la televisión, sobre los pinches, zapatos, me miran los lunares, después los cuentan. Tengo bastantes, así que la tarea no es fácil. Después, miran la tele, me hablan, quieren comer helado, les doy, quieren ir al baño, las ayudo aunque igual son independientes.

Golpean a la puerta. No puede ser Demetrio, salió hace muy poco. Abro la puerta y eres tú. No me esperaba tu visita.

-hola, dueña de casa-
-h-hola, como estai?-
-bien y tú, cómo va todo?-
-súper...quieres pasar?-
-sipos, o no se puede?-
-no, o sea sí, obvio. Es que como nunca vienes-
-te quise venir a ver porque como tú no puedes salir-

Me empiezas a dar un beso apasionado en la boca. Siento la mirada de las niñas. Te detengo.

-mira, te presento a la Estefy y la Fran-
-hola, niñas-
-hola, cómo te llamas- dice Francisca.
-me llamo Juanito- le respondes.
-que pesado. Fran, él es Abdón y es mi amigo-
-¿amigo? desde cuándo que ya no somos pololos?-
-es para explicarle a las niñas! bueno, Fran, él es Abdón y es mi "pololo"-
-¿es tu pololo?- pregunta Estefanía inocentemente.
-sí-
-viste, si los niños saben más que uno. Quizás en verdad quieres ser mi amiga-
-ay, ridículo, qué te pasa-
-¿y él puede besar otras niñas?- dice Francisca. Te ríes. Me enojo.
-no, no puede porque es mi pololo, ven tú- te tomo de la mano y te llevo a mi pieza.

Cierro la puerta. Te sientas en mi cama. Te miro parada.

-qué te pasa, estai enojado por algo?-
-¿yo? de adonde? tú estai enojada- te ríes de nuevo.
-no estoy enojada! siempre dices que estoy enojada y no es así-
-pero mírate como gritas-
-no estoy gritando!- en verdad lo estoy haciendo pero me carga que te rías mientras peleamos.
-más encima soy tu amigo-
-mira, fue lo primero que salió de mi boca, era para explicarle rápido a las niñas-
-o quizás está Demetrio por ahí escuchando y no querías que supiera que estás pololeando-
-no seas idiota, para de hablar weas querí?-
-uuuh, okey- te levantas de la cama.

-me voy, te vine a ver, pero no me imaginaba que fuera así-
-sí, ándate mejor, hablamos después-
-okei-

Sales y cierras la puerta. Después de dos segundos valiosos, voy detrás tuyo.

-chao niñas-
-¿ya te vas?- dice Francisca.
-sí, parece que no me quieren acá-

Te despides de las niñas y te retiras sin mirarme. Mi orgullo puede dejar que te vayas, aún sintiéndome culpable. Mi orgullo hace que sienta que tenga la razón al hablarte tan pesada como lo hice recién. Ya es muy tarde para ir por ti. Hablaremos después. Prepararé la once. No puedo hacer nada por ahora, tampoco me voy a poner melodramática.

Estefanía se me acerca, me tira el pantalón.

-¿se enojó tu pololo?-
-no, es que él es enojón-
-¿más que tú?-

Pienso, le hago cariño en el pelo. Tiene un lindo cabello la Estefanía.

-no, no más que yo.

 

Capítulo XXXV: Los Puntos Bases

Demetrio mira todo con mucha dedicación. No dice nada. No hay opiniones. Pienso que tengo que explicar las cosas, tal como lo hice con la pieza de cachureos, pero prefiero esperar sus preguntas.

Las consultas no llegan. Demetrio me mira, le sonrío.

-me gustan esos papeles con forma de flores que cuelgan del techo-
-se llaman origamis-
-ah, eso, origamis-
-y tienen forma de pájaros-
-sí, sí sabia- Demetrio pone cara de "lo siento".
-de hecho, se llaman grullas y la leyenda dice que si logras mil grullas se te cumplirá un deseo-
-buena, y qué esperamos entonces, manos a la obra-
-no, sí ya las hice, estoy esperando que se cumpla-
-ah, que aplicada, y qué pediste-
-no puedo decirlo, si te cuento el deseo no se cumple-
-claro, esa fome maldición de los deseos-
-sí, es muy penca, siempre quiero saber los deseos de los otros, por ejemplo en los cumpleaños,
cuando dicen "pida un deseo", me gustaría saber qué piden, pero no se puede preguntar eso-
-sí pos, hay cosas que no se pueden preguntar, como la edad a una mujer-
-yo no tengo problemas en decir mi edad-
-a ver, ¿qué edad tienes?-
-mmm, no me acuerdo-
-jajajjaja,
-eso lo robé de una película-
-¿sí?, cuál-
-no te puedo decir, tienes que cachar tú po-
-es que no veo muchas películas-
-mal hecho, cien puntos bases en contra para ti-
-cómo es eso-
-los puntos bases, como en el colegio, cuando escribías bonito punto base, cuando no manchabas el croquis punto base, cuando llegabas temprano punto base. Puras formalidades. Las relaciones también funcionan así. Si eres de la U y conoces a alguien de la U, altiro te cae bien. Puros prejuicios, esos son los puntos bases.
-pero no entiendo, son buenos o malos?-
-ni lo uno ni lo otro, sólo existen y puedes usarlos o no. En este momento tú me dices que no ves películas y nuestro rango de intereses en común se reduce en un alto porcentaje-
-pero es un prejuicio po-
-pero es uno bacán, para mi "dime tu película favorita y te diré quien eres".
-a mí me gusta 8 1/2 de Fellini, la viste?-
-No-
-¿no? pero si te gustan las películas y no has visto esa es como naquever igual. Cuál es tu favorita-
-no te pienso decir-
-¿por qué no?-
-no, porque no vas a entender-
-pero dime cuál es...-

En eso interrumpen las mellizas. Francisca le quitó una muñeca a Estefanía.

-mire, tía. La Fran no me quiere pasar la Barbie-
-yo se la pedí primero-
-pero niñas no peleen, toma Estefy, te presto mi favorita, la Barbie morena-

Estefanía pone una cara de felicidad solamente comparable a la del gato de Alice in Wonderland.
Las niñas salen corriendo felices a jugar al living. Me volteo a ver a Demetrio y me está mirando sonriente.

-qué-
-serás una buena mamá-
-estai loco, no soporto a los niños-
-no es eso, te gusta darle soluciones a sus problemas y si no las tienes, te estresas-
-mmm puede ser, no es que me caigan mal, si son ricos los cabros chicos, pero no sé-
-ese es un punto base-
-mira tú-
-nos vemos de ahí y ve 8 1/2-
-sí, la veré-

Demetrio se va. Quedo sola junto a mi imagen de buena madre del futuro. Puras mentiras. Ni siquiera está en mis planes tener hijos. Sólo en las conversaciones, dice la canción.

Sólo en las conversaciones.

Capítulo XXXIV: Saquemos las cosas de la mesa

El almuerzo me quedó rico, según yo. Arroz con vienesas y ensalada de tomate. Qué mejor?
La Estefanía me pedía lechuga y yo le decía que no tenía, y me volvía a pedir, y le volvía a decir que no tenía, y así estuvimos un buen rato. La verdad, no soporto mucho a los niños cuando se ponen mañosos. Son lindos, simpáticos, tiernos y todo lo que quieras; pero si me vienen a agarrar pal leseo, que se preparen. Eso nomás les digo.

-quiero más helado de frutilla- dice la Francisca, mostrando su plato vacío con restos de helado.
-no queda más, se acabó todo-
-pero yo quiero más, vayan a comprar-
-dile a tu hermano, él se lo comió todo-

Demetrio me mira con cara de "exijo una explicación".

-¿en serio te lo comiste todo?- pregunta la incrédula Francisca.
-no, ella lo botó a la basura- dice Demetrio con cara de "cómo sales de esta". 
-¿en serio lo botaste a la basura?- ataca de nuevo la pequeña.
-no, mira lo que pasó fue que Demetrio me dijo que la fecha de vencimiento del helado se había cumplido y por eso yo lo boté, pero en realidad no estaba vencido, si no que era una técnica malvada para que tú te quedaras sin helado- respondo mirando a Demetrio y ya siento venir una nueva victoria.
-no entendí- dice Francisca.
-yo tampoco- agrega Estefanía.
-yo menos, saquemos las cosas de la mesa mejor- dice Demetrio riéndose y levantando los platos de la mesa.
 -ay, es que ustedes son muy chicas para entender-
-no somos chicas, yo tengo...-

-bueno, no importa, para mí son chicas. Ya, vayan a ver tele mejor ¿ya?-

Se me acabó la paciencia. Me levanto rápido y ayudo a Demetrio a sacar las cosas.

-no te preocupes, yo lavo- le digo.
-tú hiciste el almuerzo, yo lavo, es la ley-
-bueno, iré a ordenar mi pieza mientras-
-oye, me gustaría conocerla-
-¿sí?, no tengo nada muy interesante que mostrar-
-no importa, es que soy curioso-
-jajjaja, bueno, después de lavar anda a verla-
-allá estaré-

Voy a mi pieza, comienzo a ordenar. Lo primero es la ropa sucia en el suelo, lo segundo es sacar la basura. "Sacar, sacar....sacar la basura, sacar". Me acuerdo de eso. Un día vi a la Colombina en la calle y es flaca y regia estupenda, pero me tinca que es un poco creída, creo yo nomás.


Igual quiero el flotador de cocodrilo que sale en su video.

martes, 7 de febrero de 2012

Capítulo XXXIII: Despídete con un beso

Está caluroso el día, dicen que cuando hace mucha calor es porque va a ver un terremoto. ¿así es? No sé en verdad. La cosa es que estoy en mi pieza hablando contigo por teléfono y apenas pase al tema "Demetrio", te vay a poner súper grave y te vay a poner terrible polola para tus cosas.

-ya y ¿es lindo?-
-que gei tu pregunta-
-a qué dedica el tiempo libre?-
-jajajja, ni idea en verdad-
-¿en qué lugar se enamoró de ti?-
-jajajaajaja, tonto, eso es una canción-
-me descubriste-
-¿de quién es?-
-mmmm de Chichi Peralta, algo así-
-nopo, es como de Pancho Puelma, no nosé-

-oye y me vas a venir a ver o quieres que te mande una invitación por carta?-
-no puedo, tengo que quedarme en la casa y atenderlos po-

-bien buena, atenderlo al rey-
-menso, no los voy a dejar solos en mi casa-
-pucha es que te extraño-
-yo a ti, quiero comer turrón-
-quiero chasconearte la cabeza--

-oye chasconeador profesional, tengo que ir a cocinar-
-ya, despídete con un beso-

-muac-
-y perdóname por no saber comprenderte-
-no me pidas perdón, ridículo-

-te quiero, y aunque quisiera quedarme, yo comprendo que ya es demasiado tarde...-
-pfffff, pensé que estabai hablando en serio-
-yo siempre hablo en serio-
-me voy, estúpido-
-chao, estúpida cupida-


Sigue el calor, esto no para oye. Tengo un ventilador en la pieza, pero es medio malo parece. Lo compré en Meiggs. Creo que eso responde mi pregunta.
Se me está descascarando la pintura de las uñas. A ti te gustan así. Me lo dejaré así, aunque mi mamá diga "tan poco femenina que me saliste". Yo igual creo que soy femenina para algunas cosas. Me gustan las películas de amor, me gusta Titanic, ¿con eso basta o no?

Chuta, ¿qué voy a hacer de almuerzo?

lunes, 6 de febrero de 2012

Capítulo XXXII: Bolso verde con unas montañas

Las teleseries extranjeras, no sé de que paises son, siempre se tratan de lo mismo: de gente que queda ciega, de gente que encuentra a sus padres, de gente que resulta ser los padres de otras gentes, de gente que resulta ser extraterrestre, de gente que no es tan gente, de indigentes que se vuelven millonarios, de animales que se convierten en gente, o de animales que hablan como la gente.

No debería ver tanta tele, siempre me duele la cabeza después, debe ser por la destrucción infinita de neuronas que produce la exposición de tus ojos frente a la pantalla del televisor.

Golpean a la puerta. Debe ser Demetrio y compañía. ¿y si Demetrio resulta ser un psicópata? ¿un asesino? ¿un Ryan Gosling? mmmmmmmm.

Abro la puerta y veo a dos niñas vestidas igual y a un hombre alto, bien alto en verdad. Ya, sí. Es apuesto, mi mamá no exageraba. Okey, ahora a disimular la impresión.

-hola, ¿Demetrio?-
-sí, tú debes ser...-
-Brígida, sí, dilo, no hay problema, después de unas tantas veces ya no suena tan mal-

Pucha que soy simpática, a veces pienso eso. No es de creída. Ojo.

Los hago pasar. Las niñas se van directo a ver las muñecas de trapo que guarda mi mamá en una vitrina. Demetrio deja unos bolsos en el sillón y se voltea hacia mí. Me mira y sonríe, mira a las niñas.

-bueno, la de la izquierda es Estefanía y la más gritona es la Francisca-
-hoooola!- digo y ni se inmutan.
-vengan a saludar el parcito- tampoco pescan al hermano, me hace sentir mejor.
-no importa. Te voy a mostrar la pieza que usarán, ¿te tinca?-
-perfec-
-chuta, no te ofrecí ni jugo, ¿quieres algo?-
-no te preocupes, estoy bien ¿dónde es la pieza?- dice tomando su bolso verde con unas montañas.
-sí sí, allá al fondo-

Avanzamos por el pasillo, llegamos a la puerta del final, la abro y entramos a la pieza-bodega. Está llena de cachureos, cosas de navidad y juguetes rotos.

-como ves, tenemos mucha pega-
-así veo, empezemos altiro nomás-

Comenzamos a ordenar la pieza, a botar cosas, a cambiar de lugar otras. Tuve que explicar la historia de todos los artículos que iban apareciendo, como la del delfín inflable que usaba cuando vacacionábamos en El Quisco. En ese tiempo me gustaba "Liberen a Willy" y alucinaba con mi muñeco inflable con forma de delfín (eso sonó un poco a zoofilia, acabo de arruinar mi hermoso recuerdo de infancia).

-¿y este traje de payaso?-
-ah, es que cuando chica me disfracé de la "Payasita Risueña" para un acto en el colegio-
-¿payasita risueña?-
-más respeto, ese nombre se le ocurrió a mi mamá-
-sí, obvio, con respeto lo digo-

Demetrio me mira serio, no aguanto la risa, se ríe, nos reímos.

El orden duró toda la tarde. Le di helado de tres sabores a las niñas y vieron Cars dos veces seguida, ¡quién dijo que era una película para hombres!

La pieza quedó completamente habitable para tres personas, las dos niñas dormirían juntas en una cama y Demetrio en la otra.

Cansados nos sentamos a ver Cars.

-¿la viste?- le pregunté
-no, nunca y tú?-
-mil veces, yo soy Rayo Mcqueen OKEY?-
-ah, sí, si te creo-

Silencio de 4 segundos.

-Rayo risueño-
-¡sabía que dirías algo con eso!-
-yaaaapo, que no escucho!- dijo Francisca enojada.

Nos quedamos callados. Nos quedamos sentados. Pucha que es buena Cars.

domingo, 5 de febrero de 2012

Capítulo XXXI: El Demetrio te va a ayudar

Mi mamá y la junta de vecinos están ayudando a todos los damnificados de mi barrio. Digo "mamá y compañía" porque ella misma es por si sola una institución de caridad. Siempre que alguien lo necesita, ella está ahi para ayudar con lo que sea. Es la "piérdete una" en los eventos de la iglesia y nunca dice que no a nada.

Hoy llegó contando que hay casas muy antiguas en la comuna que se vinieron abajo por culpa del terremoto, dejando a los dueños sin lugares donde vivir. Una de las madres de esas familia es la Señora Adela, que es muy amiga de mi mamá, y mi mamá como es tan solidaria decidió albergar en nuestra casa a sus tres hijos. Así fue mi reacción:

-¿tres hijos?-
-sí, tres-
-¿y dónde van a dormir?-
-pero si hay una pieza con dos camas, ahí pueden hacerse espacio-
-mmm, sí, pero...-
-total, es por mientras-
-...pero y qué haremos con todos los cachureos que tenemos ahí-
-tú te encargarás de ordenar eso, el Demetrio te va a ayudar-
-¿Demetrio?-
-el hijo mayor, tiene tu edad-
-ah-
-te va a caer bien, es súper atento-
-ya-
-y guapo-
-jajaja y a mí qué?-
-ah, no, yo decía nomás-

Me quedó mirando con cara de 1313, aunque en sus términos sería cara de "cocoroca"

-mamá-
-ay, qué pasa, hija, si era una broma-
-hay gente que necesita mucho tu ayuda, gente que está sufriendo y tú estás acá perdiendo tu tiempo-
-oooooh, la cabrita pesá, mejor me voy. Te encargo eso entonces, le diré a la Adela que mande a sus hijos para acá.-

Me quedé sola en la casa, había un sonido de zumbido, quizás era una mosca, quizás era mi oído que está malo, siempre he dicho que tengo el oído derecho malo, como que escucho raro por ahí.

Me dieron ganas de comer Manjarate y de saber quién cresta es ese tal Demetrio que se va a venir a meter a mi casa.

Lunes, 06 de febrero de 2012 (04:03:45)