jueves, 28 de febrero de 2013

Capítulo 52: Cine porno


Caminamos por unas galerías en el centro. Me abrazas de la cintura y tarareamos una canción de Axé Bahía. Aprovecho un reflejo en la vitrina para mirarme. Me arreglo el pelo. Te das cuenta y te ríes.

-qué te pasa-
-tan vanidosa mujer-
-no es de vanidosa, estoy toda chascona y no me dices nada-
-pero si me gustay así-
-la típica excusa-
-no es excusa, es verdad-

Seguimos caminando, no anda mucha gente. Debe ser porque es domingo. Hay un cine para adultos. Leemos los títulos y nos reímos.

-“Nalgas Suculentas 2” esa me tinca- te digo.
-pero no hemos visto la primera parte-
-es cierto, estaríamos medios colgados con la trama-
-a lo mejor en la 1 muere alguien, o pasa algo que en la segunda parte es muy importante-
-claro, a lo mejor en la segunda parte el negro que se lo mete a la rubia es realmente su hermano, por ende tiene toda una carga dramática que al no saber ese dato no tiene sentido-
-exacto, tendremos que verla en Internet-
-hablando en serio, me gustaría venir al Cine porno-
-¿en serio?-
-sipos, pero contigo po, nica vengo sola-
-ah, nopo, esa es la idea-
-qué sucederá dentro?-
-no sé, igual me da miedo un poco-
-sí, a mí también, pero me intriga-
-nos sentamos en la fila más cercana a la salida, por cualquier cosa-
-jajajaa, que erís mamita ¿habrán 3D?-
-existen pero no creo que en este cine-
-¿cómo serán?-
-no quiero ni pensar lo que sale de la pantalla-
-yo ya lo pensé-
-¿vengamos un día?-
-sí-
-ya-
-pero compremos cabritas y bebidas-
-jajajajaj ya y gritamos en las partes en las partes de acción-
-en las partes explícitas-
-y en las partes emotivas, lloramos-
-no creo que hayan-
-cierto-
-ojalá haya bukkake-
-¿sabes lo que significa?-
-sipo-
-amm-
-que me tenís poca fe-
-no, no era eso-

Seguimos caminando, debes estar preguntándote de donde conozco ese término. Tu mente debe estar ideando las teorías más extrañas de la vida.

-tú me lo explicaste, gil-
-ah no me acordaba jajaj-
-qué te estabai imaginando-
-nada en verdad-
-te desconcentraron las pechugas gigantes del poster parece-
-debe haber sido eso-
-por puro que yo no tengo-
-buuuuu-
-ahora va a decir “me gustan tus pechugas chicas, tal cual” para intentar justificar lo injustificable-
-no iba a decir nada-
-ah ya-
-igual me gustan-
-ya cállate-

Caminamos hacia un carro de helados. El mismo antojo a la misma hora.

martes, 26 de febrero de 2013

Capítulo 51: Tus manías de memoria.



Te abrazo y te muerdo el cuello. Tu cuello es muy bonito. Es largo y suave. Me acuerdo de la canción de Calle 13, esa de la jirafa o algo así. Metes tus dedos en mi pelo y me haces un masaje rico por encima. Te doy besitos por el cuello hasta la clavícula.

-estaba pensando en lo que hablamos el otro día- dijiste con una seriedad que no produjo mucha tranquilidad.
-¿qué cosa?- pregunté, haciéndome la lesa.
-eso de vivir juntos, del futuro-
-ya, y qué onda-
-pensaba que obvio que me gustaría vivir contigo-
-ya…-
-sería muy bonito compartir las mañanas contigo, tal como lo hacemos ahora pero siempre-
-sipos, sería como ahora, sólo que sin más gente que tú y yo-
-¿tú crees que resultaría?-
-sipo, o sea, me sé tus manías de memoria, tus mañas-
-y yo las tuyas-
-sé que no te gusta levantarte temprano los domingos, que te gusta ver películas repetidas, que un queso con orilla te desespera, que no te gusta cuando se cae una miga a tu taza de té, que te dan miedo los insectos, que no te gusta que te hagan cosquillas, que tus peos son hediondos, que te gusta escuchar música bien fuerte, o despacito cuando estamos quedándonos dormidos-
-tus peos son más hediondos-
-estai loco, no te has sentido los tuyos-
-igual te faltaron cosas-
-como qué, a ver-
-no sé, yo creo que igual uno nunca termina de conocer a las personas-
-esa es la gracia igual, quiero seguir conociéndote día tras día-
-eso es una canción de Supernova-
-puta que era buena-
-el video era como de carretera-
-sí, como el de los Red Hot-
-sí, pero pobre-
-oye, ¿te gustaría tener hijos?-
-sí-
-amm-
-¿a ti?
-no mucho-
-pero todas las mujeres quieren tener hijos alguna vez-
-bueno, yo no-
-y por qué-
-no sé, le tengo un poco de miedo a las guaguas-
-en todo caso, yo igual pero a los cabros chicos-
-hay unos insoportables-
-sí-
-y si fuera mi decisión no tener hijos, ¿sería una razón para terminar conmigo?-
-ah nopo, estai loca-
-no sé po, te pregunto-
-no, no creo-
-¿no o no creo?-
-no-
-ah ya-

Sonreímos y miramos el techo. Pones tu mano en mis costillas, te gusta esa zona me he dado cuenta. Hay silencio, creo que ambos reflexionamos sobre las leseras que estamos hablando, pensando en un posible futuro juntos. Es cuático pensar eso. Es cuático proyectarse, pero me pasa contigo, ahora y desde siempre.