jueves, 9 de agosto de 2012

Capítulo 43: ¿Hablemos de Amor?


(continuación del capitulo anterior)

Desde el borde de la cama me miraste y nos quedamos en silencio esperando a que uno de los dos dijera la primera palabra. Movías tu pie derecho en pequeños círculos. Sacaste de tu bolso una caja de Chocapic.

-¿quieres?- me dijiste estirando la caja hacia mí.

Saqué un montón  de Chocapic con mi mano izquierda, me los llevé a la boca, quedaron algunos fuera. Con mi otra mano tomé el yogurt de plátano sobre mi velador y tomé un poco. Dentro de mi boca se mezclaba todo y con mis dientes molía cada uno de los cereales. Te ofrecí el yogurt. Hiciste lo mismo que yo.

Me agaché hacia tus pies que ahora se movían en conjunto. Desaté los cordones y te quité las zapatillas. Me miraste y sonreíste como cuando uno lo hace y lo intenta disimular pero no lo logra. Tiré las zapatillas bajo la cama y tú te metiste bajo las frazadas. Te imité. Me miraste un buen rato. Yo te miré también. Ambos no pudimos evitar las sonrisas en nuestra cara. Yo abrí fuego.

-idiota-
-aweonao-
-estúpida-
-sacowea-
-imbécil-
-feo culiao-
-bonita-
-aaaaaaaaay-
-qué tanto “aaay”-
-tú que me dai rabia-
-tssss, y tú?-
-yo me porto bien-
-ya-
-oye-
-qué-
-hablemos-
-¿hablemos de amor?-
-sipo, de amor-
-yapo-
-ya, mira. No entiendo por qué te fuiste corriendo como una nena el otro día-
-ah, claro, seguro me iba a quedar a ver el espectáculo que tenías con tu amiguito-
-¿espectáculo? Te pasaste-
-bueno, el besuqueo po-
-qué????!!!!!-
-ahora lo vai a negar-
-oye, estai loco, no nos dimos ningún beso, el loco quiso pero yo nunca quise-
-¿y entonces que vi?-
-tú entraste cuando este loco se estaba acercando a mí, pero no pasó nada-
-y por qué no me paraste cuando me iba para explicarme eso, nos hubiéramos ahorrado todos estos días enojados-
-porque no voy a andar corriendo detrás de nadie, menos de alguien tan taimao y pasao a rollo como tú-
-ah, ya ahora la culpa es mía, como siempre-
-no, no sé si hay culpa, fue todo un malentendido nomás-
-pucha, esperé que me llamaras y nada-
-pucha ya perdón, igual tenís razón-
-por fin tengo la razón una vez en la vida-
-yaaaa tonto sopenco, oye estai lindo-
-blablabla-
-mírame-
-qué-

Me diste el beso más lindo y más esperado de todos los besos. La caja de Chocapic cayó desde la cama y se escuchó como se desparramaba el cereal por todo el suelo. Prendiste la radio mientras me besabas (vieja técnica tuya), empezó a sonar una canción bonita. Quise acordarme del nombre, pero no pude, soy hombre y puedo concentrarme en hacer una cosa a la vez.

-cómo se llama esta canción- me preguntaste.
-eso mismo estaba pensando-
-oye-
-qué-
-te amo-
-yo también-

Un perro ladró a la distancia. Otros varios le siguieron en coro. Un auto frenó. Se escuchó la sirena de los bomberos, ¿o de la ambulancia? No tengo idea. Te miré a los ojos y ordené tu chasquilla hacia un lado. Puse tus pelos rebeldes sobre tu oreja y te escondiste en mi cuello.

-piedra angular-
-qué cosa?- pregunté recorriendo con el dedo índice el camino de tu nuca al hombro derecho.
-piedra angular, así se llama la canción-
-ah, verdad-
-¿cuántas vueltas más nos tendremos que dar?-
-para que nos pongamos a vomitar?-
-no calza pooo-
-ay-
-oye-
-qué-
-mmm no nada, se me fue-
-cállate un rato será mejor-
-sí, verdad-

No hay comentarios:

Publicar un comentario