jueves, 6 de diciembre de 2012

Capítulo 46: El Plan Lesbiana.



20 minutos de retraso. Las micros pasan, la gente se baja de ellas y tú no vienes en ninguna. En todo caso, no me preocupo, eres famosa por tu impuntualidad. Creo que es lo mejor, ya que yo también lo soy. Hoy llegué a la hora y pago las consecuencias.
Se baja un payaso de una micro y me acuerdo de tu odio a ellos, ni siquiera es miedo, como toda la gente que le teme, es odio y del más profundo.

-me gustaría matar un payaso ahogándolo con puros globos de esos que usan para hacer figuritas bobas- me dijiste una vez.

En la micro de atrás vienes tú, me ves desde adentro. Pones la misma cara de siempre, entre felicidad y culpa. Te bajas. Te despides de una niña que seguramente conociste recién. Tan sociable que saliste. Caminas hacia mí.

-¿habrá empezado ya?- me das la mano y empiezas a caminar.
-hola pos, llegai tarde y no me dai ni un beso que sea-
-pa’ qué querís un beso si te doy siempre-
-pero es un beso de saludo-
-ay, tanta formalidad, me paseo tu formalidad-
-¿ah si? Entonces pa’ que me das la mano si es una formalidad también-
-ah, ¿tú me das la mano por eso? Pensé que era porque me amabas-
-yo te la doy por eso, no sé tú-
-pero yooo…- dijiste simulando a Luis Miguel.
-ya, apurémonos mejor que vamos atrasados por culpa de no sé quién-
-uuuuuy-

Caminamos una cuadra en silencio, no es que esté enojado, a veces agotamos los temas nomás.

-¿soy muy pesada?-
-no, mensa-
-dime imbécil, me gusta esa palabra-
-bueno, imbécil-
-jajajjaa, suena bacán-
-¿te has dado cuenta que hablamos puras imbecilidades?-
-sí, por eso debe ser mi atracción por esa palabra-
-oye, me imagino que trajiste tu carnet, siempre te lo piden-
-chucha, creo, déjame ver-

Llegamos al lugar, es una especie de discoteque donde tocan bandas, hoy se presenta la Javiera Mena.

-acá está mi carnet-

Es bacán tu carnet de identidad porque es el único que he visto donde alguien sale bien en la foto. Bueno, debe ser porque eres bonita.

-Señorita, su carnet por favor- dice el guardia. Me miras y me río. Se lo pasas, el guardia observa tu foto y luego a ti, intentando compararte. Parece que quiere bromear.

-es ella, lo que pasa en que en persona es más fea- le aviso al guardia.
-cállate, imbécil- el guardia se ríe. Te entrega el carnet.
-¿cierto que se ve mejor en la foto?- le pregunto al hombre musculoso de la puerta.
-en ambas sale bonita, señorita- te dice.
-viste, ya entremos mejor-

Pasamos por un pasillo angosto, se escucha la música a lo lejos, hay luces de colores en el techo. Pagamos las entradas y llegamos a la pista de baile, hay bastante gente. Al fondo el escenario aún vacío. Los instrumentos ya están listos.

-era simpático el guardia-
-tonto, me estaba joteando-
-¿en serio? No caché-
-nunca cachai nada po oye-
-le voy a ir a sacar la cresta entonces-
-ya, yo te espero acá-
-pero acompáñame que sea, si es para demostrar mi hombría contigo-
-no, es que ya va a salir mi polola Javierita-
-ya, entonces vamos después-
-oye, y ¿con qué pretendes pegarle a ese mastodonte de la puerta?, porque te recuerdo que no tienes mucha fuerza en tus brazos, menos en tus puños-
-mmmm, me voy a comprar alguna botella de algo, no sé que venden acá aparte de cerveza, ¿venden garrafas?-
-wajajajajaj ¡imbécil!- me abrazas fuerte y me das un beso.
-ahí salió la Javierrica, mira-
-oye, eres el imbécil más lindo del universo-
-¿más que tu polola Mena?-
-mmm sí, contigo no me funciona el plan lesbiana-

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