martes, 14 de febrero de 2012

Capítulo XXXVI: Parece que no me quieren acá.

Hoy me quedé con las niñas. No es que esté cultivando mi lado maternal, pero Demetrio salió a hacer un trámite, así que debo cumplir con mi rol de madre part-time.

Las niñas me dan risa. Me conversan sobre la Barbie, sobre la televisión, sobre los pinches, zapatos, me miran los lunares, después los cuentan. Tengo bastantes, así que la tarea no es fácil. Después, miran la tele, me hablan, quieren comer helado, les doy, quieren ir al baño, las ayudo aunque igual son independientes.

Golpean a la puerta. No puede ser Demetrio, salió hace muy poco. Abro la puerta y eres tú. No me esperaba tu visita.

-hola, dueña de casa-
-h-hola, como estai?-
-bien y tú, cómo va todo?-
-súper...quieres pasar?-
-sipos, o no se puede?-
-no, o sea sí, obvio. Es que como nunca vienes-
-te quise venir a ver porque como tú no puedes salir-

Me empiezas a dar un beso apasionado en la boca. Siento la mirada de las niñas. Te detengo.

-mira, te presento a la Estefy y la Fran-
-hola, niñas-
-hola, cómo te llamas- dice Francisca.
-me llamo Juanito- le respondes.
-que pesado. Fran, él es Abdón y es mi amigo-
-¿amigo? desde cuándo que ya no somos pololos?-
-es para explicarle a las niñas! bueno, Fran, él es Abdón y es mi "pololo"-
-¿es tu pololo?- pregunta Estefanía inocentemente.
-sí-
-viste, si los niños saben más que uno. Quizás en verdad quieres ser mi amiga-
-ay, ridículo, qué te pasa-
-¿y él puede besar otras niñas?- dice Francisca. Te ríes. Me enojo.
-no, no puede porque es mi pololo, ven tú- te tomo de la mano y te llevo a mi pieza.

Cierro la puerta. Te sientas en mi cama. Te miro parada.

-qué te pasa, estai enojado por algo?-
-¿yo? de adonde? tú estai enojada- te ríes de nuevo.
-no estoy enojada! siempre dices que estoy enojada y no es así-
-pero mírate como gritas-
-no estoy gritando!- en verdad lo estoy haciendo pero me carga que te rías mientras peleamos.
-más encima soy tu amigo-
-mira, fue lo primero que salió de mi boca, era para explicarle rápido a las niñas-
-o quizás está Demetrio por ahí escuchando y no querías que supiera que estás pololeando-
-no seas idiota, para de hablar weas querí?-
-uuuh, okey- te levantas de la cama.

-me voy, te vine a ver, pero no me imaginaba que fuera así-
-sí, ándate mejor, hablamos después-
-okei-

Sales y cierras la puerta. Después de dos segundos valiosos, voy detrás tuyo.

-chao niñas-
-¿ya te vas?- dice Francisca.
-sí, parece que no me quieren acá-

Te despides de las niñas y te retiras sin mirarme. Mi orgullo puede dejar que te vayas, aún sintiéndome culpable. Mi orgullo hace que sienta que tenga la razón al hablarte tan pesada como lo hice recién. Ya es muy tarde para ir por ti. Hablaremos después. Prepararé la once. No puedo hacer nada por ahora, tampoco me voy a poner melodramática.

Estefanía se me acerca, me tira el pantalón.

-¿se enojó tu pololo?-
-no, es que él es enojón-
-¿más que tú?-

Pienso, le hago cariño en el pelo. Tiene un lindo cabello la Estefanía.

-no, no más que yo.

 

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